lunes, 10 de diciembre de 2007

La farsa del bonobus para discapacitados en Oviedo


Soy uno de los muchos beneficiarios del bonobús para personas con movilidad reducida o minusválidos que mensualmente acude a por su resguardo para canjear por veinte viajes gratuitos tal como están pactados entre el Ayuntamiento de Oviedo, concretamente por la Concejalia de Servicios Sociales, y la empresa gestora del transporte urbano en Oviedo, una filial de Alsa.

Ya no voy a entrar si son suficientes o no esos viajes, para unos si pero para otros no. Lo que de entrada es ya una concesión excluyente dado que personas que teniendo movilidad reducida se ven excluidos de poder beneficiarse al no tener el mínimo de discapacidad requerido, el 65%. Son muchas las personas que teniendo una discapacidad limitativa para su movilidad no pueden acceder al uso de este beneficio social por no cumplir ese mínimo, a mi juicio excluyente y que se debería de rebajar al 33% para que todas las personas con movilidad reducida se puedan beneficiar.

Los actuales usuarios, y los futuros, nos encontramos con una serie de dificultades por parte del Ayuntamiento para su renovaci´n mensual ya que cada mes debemos acudir a la calle Quintana para que nos den un papel que posterior debemos canjear en la oficina de Alsa en la calle Uria o en la de TUA en la Estación de Autobuses. Dos únicos puntos en un municipio de más de doscientos mil habitantes y que distan en gran distancia del lugar donde se recoge el vale, lo que para las personas con movilidad reducida nos supe una gran traba para poder canjearlo ya que precisamente nuestra discapacidad se manifiesta en la dificultad para caminar, especialmente grandes distancias. Y esto sin contar que quienes no vivimos en el centro tenemos que gastar dinero o viajes sobrantes en el autobús para poder realizar estos trámites.

A veces parece que lo que importa es poner un nuevo servicio para que la gente vea lo buenos que son los políticos de turno, pero claro un servicio bien puesto y sobretodo pensado con cabeza no a golpe de medida electoral sin ton ni son. Hacer a personas con discapacidad caminar grandes distancias para un beneficio social no es más que en gran medida impedirles el acceso a él. Si bien por éste motivo muchos vales son recogidos por familiares que además se ven obligados a presentar el Documento Nacional de Identidad original del discapacitado y es que no es válida ni siquiera una copia compulsada del mismo, por lo que el discapacitado queda sin disponer de su DNI para lo que fuera preciso hasta que se lo devuelvan.

Esto tendría la fácil solución de entregar a los solicitantes un carnet identificativo con fotografía, nombre y apellidos y número de DNI para que sea presentado a los conductores y así con esta medida nos veríamos ahorradas esas trabas arriba señaladas.

Pero la función del Ayuntamiento ovetense no acaba ahí. Una de sus funciones debe ser la de fiscalizar el funcionamiento del transporte público y entre las cosas a observar es que las rampas de acceso para sillas de ruedas estén en perfecto funcionamiento ya que más de una vez los usuarios de sillas de ruedas deben esperar a otro autobús porque alguno tiene la rampa averiada.

Por último me gustaría pedir a los usuarios del transporte público en Oviedo y en Asturias en general, que respeten los espacios para las personas con dificultades motoricas ya que no están ahí por capricho sino porque hay personas que precisamos de esos espacios.