jueves, 13 de marzo de 2014

Carta abierta a la militancia socialista

Me sorprende la gran diferencia que tengo de entender como debe ser la actitud de un cargo publico cuando su actuación, aun en el seno de lo personal, no es la que debiera ser en razón de su cargo.

Me entristece comprobar que para lo que interesa se valoran amistades, para lo que no se da caña sin cesar, y lo más triste es que ante el argumento facil saltan como resortes pero ante el argumento bien planteado y que entraña dificultad por rebatir se calla.

Quien comete un error debe asumir sus consecuencias y sobretodo sus consecuencias ante quienes le han elegido públicamente mucho antes de quienes le eligieron orgánicamente ya que al fin y al cabo la ciudadanía conoce al cargo público y no al orgánico.

Cuando asumes una responsabilidad pública estas sujeto a recibir palos, especialmente cuando te equivocas, de lo contrario serian injustificados.

No podemos criticar a unos lo que no hacemos nosotros.

Si queremos recuperar la confianza ciudadana debemos ser consecuentes con nuestras formas, de lo contrario seguiremos a la deriva.