¿Realidad o ficción?

¿Es real todo lo que nos cuentan en los medios de comunicación? ¿Hasta que punto las altas esferas de poder manipulan la información y la historia? ¿Debemos aceptar todo lo que nos digan o debemos ser capaces de reflexionar y tener nuestras propias opiniones? Estas y otras muchas son las dudas que el falso documental sobre el 23-F que bajo la dirección de Jordi Évole se emitió anoche en La Sexta.

Además he ido viendo reacciones de todo tipo que van desde un programa magistral, soberbio... hasta el mayor de los cabreos -probablemente, paralelo al nivel de credibilidad que se dio al contenido- pero sobretodo sorpresa fue lo que causó el desconcertante final.

La intención, a mi modesto modo de ver por parte de Jordi Évole, no es otra que mostrar una realidad paralela, una ficción sostenida en la credibilidad de los personajes y el montaje de la voz en off junto al sonido e imágenes. Operación Palace logra que empecemos a dudar de todo aquello que nos llega masticado y filtrado a través de los mass media y especialmente aquello que tiene que ver con las decisiones del país tanto pasadas, presentes o futuras.

Nos muestra a su vez la facilidad con que los medios de comunicación pueden manipular la realidad, no en vano existen espacios televisivos de gran audiencia basados en el formato de crear falsas realidades, especialmente conflictos personales, que causan atracción al espectador.

Operación Palace es una invitación a la reflexión sobre la necesidad de opinar por nosotros mismos y ser capaces de analizar la realidad de forma coherente...cuantas veces hemos oído y visto criticar manifestaciones en España pero apoyar las de Venezuela o Ucrania, por citar las más recientes, simplemente en función de la ideología del interlocutor, lo que le hace perder la coherencia en sus opiniones claramente.

El formato en el que se basan para montar el falso documental sobre el 23-F no es otro que el mismo que ideó Orson Wells en "La Guerra de los mundos" y sin duda el resultado ha sido espectacular y lleno de acierto.

No en vano, vivimos en un país en el que ciertos temas son tabúes y aun hoy existen prejuicios a la hora de hablar del pasado e incluso sigue siendo común el comentario de que es mejor dejar las cosas como están....generalmente esto suele decirlo quien no tiene la concienci
a tranquila y sabe que la realidad no es la que se cuenta. Para muestra las grandes dificultades para poder dar un
entierro digno a las miles de personas que yacen en las cunetas de toda España simplemente por pensar de forma diferente, ¿no sería más correcto reconocer el error y reparar el daño que seguir manteniendo un status quo absurdo?

Aquí también Operación Palace y en especial el debate posterior nos da una respuesta y es que es hora de perder el miedo a la realidad y dejar de vivir en un mundo ficticio en el que a la sociedad se la protege de algo que en realidad muchos no saben ni si ocurrió pero mientras la historia la siguen escribiendo solo unos, los vencedores.