martes, 1 de octubre de 2013

La discapacidad ante la crisis

Mucho se lleva hablando de los serior problemas que la situación económica actual esta causando en la sociedad española: desahucios, paro, precariedad laboral... Todos ellos importantes y sin duda merecedores de las horas de radio y televisión o las hojas de periodicos que se llevan cada día pero a mi me gustaría focalizar el tema en el colectivo de personas con discapacidad y es que es probablemente uno de los que menos espacio ha recibido en los medios.

Persona con discapacidad es aquella que por alguna razón tiene mermada su capacidad física, sensorial, intelectual,... Cada una por diversas causas y razones: nacimiento, enfermedad, accidente... pero todas con derechos y deberes ante la sociedad y las administraciones públicas.

Tratare de centrarme en tres grandes áreas: entorno familiar, entorno labora y sanidad. En el caso del primero sin duda que en la familia haya una persona con alguna discapacidad genera una situación de riesgo socioeconómico importante. Muchas discapacidades requieren atenciones especializadas que generalmente recaen sobre los propios familiares. Con el objeto de apoyar a las familias se potenció el sistema de protección familiar ya existente desde la LISMI de 1982 con la ley de 2003 y posteriormente con la Ley de dependencia.

Los constantes recortes del gobierno central y el autonómico han mermado la capacidad de las familias de atender a las personas con discapacidad, incluidas las personas mayores, provocando incluso serias dificultades a las familias tanto de indole económica como social o laboral. Muchas personas, mayoritariamente mujeres (es una función que aun hoy sigue recayendo sobre la mujer desgraciadamente) han tenido que dejar su empleo para atender a personas dependientes, en otros casos la perdida de empleo les ha llevado a asumir cargas que tenian derivadas en terceras personas. No solo con eso desde hace unos meses los cuidadores no cuentan con la protección social que la ley inicialmente les asignaba provocando una situación de indefensión no solo al cuidador sino al cuidado ya que la atención jamás sera la necesaria.

Afortunadamente no todas las personas con discapacidad son (somos) dependientes pero a la hora de buscarnos un futuro profesional y laboral nos encontramos con múltiples barreras que nadie se ha ocupado de eliminar, ni siquiera de paliar, dejando al colectivo abocado a la generación de guetos de empleo mediante los llamados Centros especiales de empleo como la via principal para lograr un puesto de trabajo. De nada sirve tener un formación brillante, o al menos una carrera universitaria, si al acceder al mercado laboral, donde es cierto que se ofertan empleos para personas con discapacidad, siempre se obvia mencionar que deben ser discapacidades leves o que a ojos del empleador no se perciban. Tambien nos encontramos con empresarios sin escrúpulos que abusan del sistema y mediante engaños tratan de beneficiarse de esas ayudas con flasas promesas que luego terminan con la persona frustrada y engañada.

No cabe duda de que el mercado laboral es exigente pero si no es posible competir en igualdad, debe haber alguien que regule para que se pueda llegar a esa igualdad, debe existir un control para que se cumplan los mínimos de contratación, para que el salario sea acorde al puesto desempeñado y para que la accesibilidad al puesto de trabajo sea la adecuada.

Por último, en la sanidad donde se han producido sangrantes recortes, las personas con alguna discapacidad nos encontrarmos con la dificultad de asumir en muchos casos tratamientos que son para siempre y costosos pero parece que a ojos de los que nos gobiernan los tenemos por gusto. De nada sirve invertir en I+D+I para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad si luego es imposible acceder a esos avances, por no hablar de la variabilidad de precios en función de que el tratamiento o la ayuda este o no subvencionada...

En resumen, debemos de empezar a considerar que una persona con discapacidad tiene los mismos derechos que el resto de ciudadanos y que ningún gobernante tiene derecho a mermar nuestra calidad de vida en razón de una crisis que ellos mismos han fomentado y que como nos muestran en los próximos presupuestos seguirán potenciando mediante el recorte en ayudas a la dependencia, protección familiar, etc pero mejorando las partidas para la financiación de partidos políticos, gastos financieros, etc.

Si España pretende ser un país pionero que valore a sus ciudadanos por encima de todas las cosas, y que lo haga en igualdad de condiciones para todos sin importar raza, creencia, condición social, discapacidad, etc.

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