martes, 29 de enero de 2013

Integración escolar real

Desde hace unas semanas se habla en las noticias y programas de actualidad de la integración escolar a raiz de un vídeo publicado en Youtube, que podeis ver en mi anterior entrada, sobre un niño de 5 años gaditano que a pesar de sufrir una parálisis cerebral acude a un colegio público de forma normalizada.

Esto, en pleno siglo XXI, es noticia para algunos, pero para otros muchos -entre los que tengo la suerte de incluirme- no lo es, puesto que con muchos menos medios y conocimientos hemos formado parte del sistema educativo español desde sus etapas más básicas hasta la Universidad.

Sin duda que el progreso social en gran medida proviene de romper barreras, y especialmente, de imponer la normalidad donde antes no la habia. Corría 1983 y hay comenzó mi lucha, la de mis padres también, ya que era el momento en que tenia que empezar mi etapa Preescolar, pero para ello hubo que superar obstaculos y temores...de mano demostrar que el nivel de inteligencia personal no estaba afectado por mi discapacidad mediante dos tests de inteligencia, así como garantizar en el Colegio Baudilio Arce que en caso de necesidad alguien de mi entorno podría ir a buscarme, cambiarme de ropa, etc.

Aun con todo eso garantzado, el visto bueno para mi entrada en el sistema público continuaba sufriendo zancadillas, algunas de las maestras se negaban a admitirme en sus clases, principalmente por desconocimiento, por temor a tener que estar excesivamente pendientes de mi y perder el control de la clase... Hubo que esperar a que instancias superiores impusiesen cordura y determinasen que yo tenia igual derecho que el resto de escolares para acceder al Sistema Público.

Cierto es que una vez superado ese escollo la situación fue poco a poco mejorando, el apoyo de mis compañeros de clase, profesorado (aquellos que dieron un paso al frente en especial), hicieron que pudiese participar en las actividades de clase como uno más.

Como anécdota, se recuerda mucho que en los días de lluvia para no quedarme solo en el recreo les contaba cuentos a mis compañeros a partir de los dibujos de los libros porque yo no sabía leer, al principio se pensaba que si, hasta que alguien se fijo en que tenia el libro al revés...

El paso de los años fue normalizando las cosas, también mi situación personal al ganar paulatinamente autonomía, aunque no exentas de dificultades como el periodo en que llevaba aparato en las piernas, operaciones, etc.

Con todo ello fue superando cada curso, cada evaluación, cada momento...romper barreras no es nada fácil, sobremanera cuando las circunstancias no juegan a favor, pero creo que para todos mi integración ha sido un ejemplo, del mismo modo que la de cada persona con discapacidad que en la misma época tuvo que pasar por situaciones similares a la mía.

Lamentablemente no todos pueden decir lo mismo y otros muchos por la falta de apoyo, de conocimientos, de interés...se han ido quedando en el camino sin poder superar más que la educación básica, son ellos los que peor lo pasan y es para que no haya más casos así por los que la integración escolar de las personas con discapacidad debería ser una realidad efectiva y no una noticia.

Animo a todo aquel que desee conocer mi historia en profundidad a que contacte conmigo y gustosamente le contare todo lo que quiera saber.

Quiero aprovechar para dar mi agradecimiento eterno a mis compañeros de clase, a mis padres y a aquellos que hicieron posible que mi integración fuese real.

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